Granada

Pocas ciudades cuentan con dos áreas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como es el caso de Granada con la Alhambra y el barrio del Albaicín.

La Alhambra, la sede palaciega de la dinastía nazarí, que desde el siglo XIII a finales del XV gobernó el último pero rico reino musulmán de al-Andalus, el de Granada. Muchos de sus rincones son míticos, como el Mexuar, el Patio de los Arrayanes con el Salón de Embajadores al fondo o el Patio de Los Leones. El emperador Carlos V la enriqueció con un palacio renacentista, que hoy sirve de sede a dos museos, uno de Arte Hispanomusulmán y otro de Bellas Artes. La Alcazaba, reservada a las tropas, y en la colina contigua los Jardines del Generalife conforman un maravilloso Conjunto Monumental.

Frente a la Alhambra y observándose siempre la una la otra, con Mirador privilegiado junto a la Iglesia de San Nicolás, al otro lado del cauce del río Darro se eleva el Albaicín. Fue solar de la Iliberris prerromana y el lugar donde luego se desarrolla Madina Garnata, con su Alcazaba Qadima o vieja. El trazado medieval de sus calle conserva restos de edificaciones musulmanas, como el baño o hammam, situado junto al río, aljibes, viviendas moriscas, y al igual que en otras zonas de la ciudad, los idílicos cármenes o casas con cuidados huertos. Junto al Albaicín se encuentra el Sacromonte, con sus famosas casas cueva donde se puede disfrutar del flamenco, pero que debe su nombre al hallazgo de varias supuestas reliquias, entre las que destacan los «libros plúmbeos», de rocambolesca historia.

A los pies del Albaicín pero sobre terrenos llanos, antesala de la feraz vega granadina, se yergue la enorme mole de la Catedral, con planta gótica y alzado renacentista. Con cinco naves, muestra en sus múltiples capillas perimetrales gran cantidad de obras de arte, con esculturas barrocas de Pedro de Mena o pinturas de Alonso Cano. Adosada a ella e iniciadas al mismo tiempo se encuentra la Capilla Real. Construida para ser el panteón de la dinastía real española, alberga los ricos sepulcros de los Reyes Católicos, su hija Juana La Loca y Felipe el Hermoso. Entre los tesoros donados por los monarcas destaca la magnífica colección de pintura flamenca, con pinturas de Hans Memling, Roger Van der Weyden e incluso una tabla renacentista de Boticelli. Muy cerca están los restos islámicos de la Madrasa o escuela coránica, el antiguo funduq (origen de nuestras fondas) llamado el Corral del Carbón o la Alcaicería, aunque esta última es una reconstrucción.

Hay otras muchas cosas por visitar en Granada, como el Monasterio de la Cartuja, iniciado en el siglo XVI en estilo plateresco pero continuando hasta el XIX, destacando la obra barroca.

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