Tarifa

Conozca Tarifa, “la ciudad más mora de toda Andalucía”, como la definió el viajero romántico Richard Ford en el siglo XIX. A muy pocos kilómetros encontrará además una ciudad romana con todos sus elementos, Baelo Claudia. Todo ello en un lugar mágico, encrucijada entre Europa y África, límite entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, que cuenta con un hermoso paisaje natural de largas playas y bosques de alcornoques y un clima que le da fama y carácter.

A sus espectaculares paisajes, con inolvidables vistas del Estrecho, Tarifa une un rico patrimonio histórico en todo su término municipal, ya en la prehistoria con un importante foco de arte rupestre, dólmenes o la necrópolis de Los Algarbes, que cuenta con un impresionante conjunto de sepulcros excavados en la roca, datados en la Edad del Cobre y del Bronce.

Pero la misma ciudad de Tarifa, declarada Conjunto Histórico, cuenta con un largo pasado, que nos ha dejado un variado legado. En una elevación junto al mar, donde se han documentado asentamientos de la Edad de Bronce, fenicios y romanos, se construirá el conocido como Castillo de Guzmán el Bueno, que en verdad fue erigido por orden del califa Abd al-Rahman III, en el año 960 d. C., según indica una inscripción de mármol que todavía se conserva en su lugar original. Fue poco después de la conquista cristiana por el rey Sancho IV El Bravo, en 1292, cuando se produjo el acontecimiento que ha dado nombre al castillo y fama a Tarifa: La actitud heroica de Guzmán El Bueno, el cual prefirió sacrificar a su hijo antes de entregar a los musulmanes el castillo que el Rey le había confiado.

Cada fase histórica ha ido marcando el aspecto actual del Castillo, desde su construcción original, de forma regular, a la que se irán añadiendo una acumulación de defensas (puertas acodadas, grandes torres, barbacanas y corachas), y ya en época cristiana detalles de cierto carácter palaciego. Por su parte, las murallas que rodean la ciudad de Tarifa fueron levantadas en tres fases distintas bajo la denominación musulmana. En su mayor parte se conservan a la vista, destacando la puerta de la Almedina, que daba entrada a la muralla más antigua, y la de Jerez. El cerro de Santa Catalina y la Isla también cuentan con defensas. También el trazado de las calles y muchas de las casas conservan la huella de su historia.

Tarifa posee además varios templos: la iglesia mayor de San Mateo, de estilo gótico tardío, con fachada neoclásica; la de San Francisco, y dos templos en estilo gótico-mudéjar, ya sin culto, Santiago y Santa María, el segundo recientemente restaurado y en el que son visibles estructuras romanas.

Dominando la Ensenada de Bolonia, con su famosa playa, se encuentra la ciudad romana de Baelo Claudia, en la que podemos contemplar todos los elementos definitorios de una ciudad romana. Comenzamos por el Centro de visitantes, de donde camino a la ciudad veremos parte de uno de los acueductos que la abastecían. Encontramos después la muralla que rodea la ciudad, a cuyo exterior se encuentra una gran necrópolis, El ingreso lo realizamos por la Puerta Este o de Carteia, ubicado en uno de los extremos del decumanus maximus, o calle principal en sentido este-oeste, con una impresionante solería de losa de Tarifa, Al sur de la calle, junto a la playa, encontramos varias cetariae o factorías de salazones de pescado y garum, industria que fue la razón de la existencia de la urbe. El foro era el centro de la vida pública, estructurado en torno a una plaza, con varios edificios alrededor, como la Basílica. En la parte alta de la ciudad está el bien conservado teatro, y muy cerca podemos apreciar mejor la zona de culto, que dominaba el foro, con los templos dedicados a la triada capitolina (Júpiter. Juno y Minerva) junto a los cuales se construye otro dedicado al culto mistérico de la diosa egipcia Isis, y que es el mejor conservado en Hispania.

Dentro de la rica gastronomía tarifeña, destacan sus pasteles y la carne de vacuno retinto. Si les gusta el pescado, especialmente el atún, Tarifa es su ciudad.

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